Ya ha comenzado la conexión de este entorno con El Cantillo Abajo sorteando su paso por el casco histórico de Realejo Bajo
Se resuelve así una cuestión pendiente de las normas
subsidiarias del planeamiento de 1994 y que no había desarrollado el SAPUR 8
Alto. La actuación ya iniciada en la jornada de este jueves, día 18 de julio,
se materializa en dos proyectos paralelos para la mejora del entorno.
El primero de ellos consiste en canalizaciones,
asfaltado, señalización vertical y horizontal, alumbrado y acerado parcial de
la vía de conexión entre la calle Los Príncipes y la calle El Cantillo Abajo,
con un presupuesto que se eleva a 199.000 euros. Además se habilitarán 200 metros lineales de
nuevos aparcamientos, una necesidad demandada por los vecinos del entorno.
Esta inversión logrará distribuir el tráfico en dos
direcciones, con una salida a la carretera general del Norte por San Vicente y
otra hacia la zona de San Agustín por la calle La Alhóndiga , sin necesidad
de que discurra por la calle Guillermo Camacho, como ocurría hasta ahora.
Por otra parte, el Ayuntamiento realizará el cerramiento
perimetral con un muro y vallado complementario a la finca afectada por dicha
conexión en El Cantillo Abajo, garantizando así la seguridad y conservación del
citado inmueble. Esta actuación cuenta con un presupuesto en torno a los 21.000
euros.
“Sin lugar a dudas, esta actuación supone una mejora en
la comunicación para los vecinos de las zonas de Tigaiga, Barroso y aledaños,
además de desahogar el tráfico que atraviesa diariamente el casco de Realejo
Bajo, lo que redundará en una mejor seguridad en una vía que actualmente
permite la circulación en doble sentido con tramos donde el ancho de la calzada
no es el adecuado para ello”, señala el alcalde de Los Realejos, Manuel
Domínguez.
En este sentido, recalca el edil realejero que “la
importancia de esta actuación radica fundamentalmente en garantizar el acceso a
esta zona del municipio que en los próximos días sufrirá algún corte de vía con
motivo del desarrollo de las obras de rehabilitación del propio casco
histórico, especialmente la calle Guillermo Camacho, que es la arteria
principal de las actuales comunicaciones”.
“Una vez concluidas las obras de mejora integral de todo
el entorno histórico, habiendo modificado el tráfico en lo expresado, la
circulación será notablemente distinta ganando en agilidad, seguridad y calidad
de vida para los vecinos, destacando que incluso se conseguirá un acceso para
personas con movilidad reducida a la plaza de la iglesia de Realejo Bajo,
siendo una de las demandas más solicitadas por los vecinos de la zona”,
puntualiza Manuel Domínguez.
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