El instrumento perteneció a Francisca Hernández Luis de la Guardia y fue heredado por su familia, quien eligió este destino para la valiosa pieza
La Escuela de Música de Los Realejos, que desarrolla su actividad en la Casa de las Artes, cuenta desde hace escasas semanas con un nuevo inquilino, un piano vertical de 1910 que fue donado por la familia de Francisca Hernández Luis de la Guardia, nacida en Realejo Alto en abril de 1900 y que a los 12 años de edad lo recibía como regalo de Reyes Magos. Una de sus hijas, Obdulia Bethencourt Hernández, se dirigió a la Escuela de Música para donarlo y solicitar que su destino fuera este propio centro y su uso, el de la docencia. El piano está fabricado por la casa inglesa Sames, concretamente de Birmingghan, que dejara de construir instrumentos en 1934, tras haber sufrido años atrás un incendio en su centro de trabajo, lo que le confiere mayor riqueza a la pieza. Cuenta con maderas de alta calidad que han resistido el paso del tiempo. El frontal del instrumento tiene incrustaciones de nácar y su teclado es de marfil. Dispone además de candelabros en la parte delantera, diseñados para ejecutar música a la luz de las velas.
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