28 de marzo de 2012

El periódico digital ‘Los Realejos a través del tiempo’ difunde la historia de Ángel García, sanador de la lepra

Esta publicación, accesible en la web municipal, tiene periodicidad mensual, aunque en este caso concreto ha merecido un número especial


El Ayuntamiento de Los Realejos, desde el Gabinete de Prensa, bajo la coordinación de Isidro Felipe Acosta, y con la aportación de una decena de colaboradores, edita un boletin digital para la difusión del acervo histórico y cultural del municipio. ‘Los Realejos a través del tiempo’ es la denominación de esta revista de periodicidad mensual, integrada por 16 páginas, alojada en la web municipal www.losrealejos.es.


Según el concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Adolfo González, “un municipio como Los Realejos merece que su historia y trayectoria cultural, etnográfica y popular sea recogida y difundida, y a día de hoy no hay mejor manera de hacerlo que con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, un medio como internet accesible casi de manera generalizada a todo tipo de públicos”.

En un número especial del mes de marzo esta publicación digital da a conocer la vida y milagros de un personaje excepcional vecino de Los Realejos, Ángel García Abrante, conocido como el sanador de la lepra. “Este descubrimiento representa todo un hallazgo para seguir indagando en la historia de nuestro municipio y de aquellas personalidades que por unas u otras razones han quedado en el olvido, pero que a día de hoy merecen ser rescatadas para el conocimiento de la ciudadanía”, apunta el edil de Cultura.

Angelito García nació en 1871 en el municipio de Realejo Alto. Cuando contaba 5 años de edad se trasladó en compañía de sus padres, Ignacio García González y Paula Abrante a la República de Venezuela, permaneciendo tres o cuatro meses en aquel país, de donde marcharon a Cuba, sentando residencia en Hoyo Colorado.


En 1891 la familia se traslada a Zulueta, provincia de Santa Clara. En 1998 empezó a sentirse enfermo y más tarde fue declarado leproso por el doctor Pedro Rojas Orias. Cuando llevaba dos años de enfermedad, la que fue su esposa se casó con él para velar por su salud. En 1904 ingresó en el hospital de San Lázaro de la Habana, donde permaneció 4 años. Observando que no encontraba mejoría se marchó a su finca ‘La Ceiba’. En aquella campiña comía de varias clases de hierbas, encontrando en una de ellas las prodigiosas virtudes de matar el bacilo de su enfermedad, que unido con baños calientes y otras medicinas hicieron que al año se hallara completamente sano de sus dolencias.

Después se dedicó a curar algunos vecinos atacados del mismo mal, los cuales quedaron curados dentro del plazo de un año. En vista de los progresos obtenidos en la cura de tan terrible enfermedad se trasladó a La Habana para darse a conocer, llegando a tener bajo su tratamiento a cientos de enfermos no sólo de Cuba sino en países como Puerto Rico, México, Paraguay, Colombia y Argentina, sin que le fallara ni un solo caso con la bondad de su tratamiento.

Durante este tiempo nunca se olvidó de su tierra, pasando cortas estancias con su familia de Los Realejos, mientras realizaba sus tratamientos con enfermos de otras islas y de su propio pueblo. En 1918, la Asociación Canaria de la Habana le nombra socio de mérito. Angel García Abrante no tenía títulos, pero descubrió un remedio para mejorar la vida a miles de enfermos que padecían como él la terrible enfermedad de la lepra. Calificado por algunos profesionales médicos como un charlatán, era para sus enfermos un Dios, ya que hasta la aparición de su tratamiento, la medicina oficial no había encontrado la clave para aliviar las secuelas de tan penoso padecer.

Estamos ante un personaje excepcional, uno de los realejeros más influyentes de principios del siglo XX, un hombre elogiado y discutido en Argentina, Cuba, Paraguay, Colombia, México y Estados Unidos, pero un gran desconocido para todos los habitantes de Los Realejos, que hoy pueden descubrirlo en la nueva publicación digital editada por el Ayuntamiento y disponible de manera gratuita en la web municipal.

Para el compañero del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Los Realejos Isidro Felipe Acosta, “todo empezó con una simple nota aparecida en el periódico Gaceta de Tenerife de febrero de 1921 que decía: “En el Infanta Isabel de Borbón ha llegado a esta capital, procedente de Barcelona, nuestro paisano el curador de la lepra, Angel García, que desde hacía muchos años residía en Cuba donde comenzó a emplear con éxito su tratamiento para combatir aquel mal, y útimamente, en diversas poblaciones de la Península ha asistido con gran éxito a numerosas personas atacadas de la lepra. Angel García ha marchado para Realejo Alto, su pueblo natal, donde pasará una temporada en unión de sus familiares”.


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