12 de agosto de 2009

La realejera Isabel Domínguez, una de las vecinas más longevas del municipio cumplió 102 años


El concejal Tomás Pérez se sumó a la celebración de su familia

El núcleo de Tigaiga en Los Realejos celebró la pasada semana el cumpleaños de una de sus vecinas más veteranas. Isabel Domínguez Hernández cumplió 102 años de vida arropada por su familia, que festejaron con una sencilla pero emotiva fiesta esta especial efeméride. El Ayuntamiento de Los Realejos tampoco quiso perderse una fecha tan señalada y en nombre de todos los realejeros y de la corporación, el alcalde accidental, Tomás Pérez Luis, acompañado por el concejal de Servicios Sociales, José Vicente Díaz, acudió al domicilio de la centenaria en el que le entregó un ramo de flores y una placa de felicitación.
Nació en Tigaiga el 4 de agosto de 1907, barrio y localidad norteños que nunca ha abandonado y donde se casó y tuvo a sus cinco hijos: Felipe, Manolo, Antonia, María Isabel y Kica, que le han dado 15 nietos y 11 biznietos. La fórmula de su longevidad no es otra que el trabajo constante y la vida sana, valores que su familia ha vivido de cerca ya que se da la circunstancia de que su marido falleció con 101 años y de hecho “en nuestra familia todos han sobrevivido a los 90 años”, comentaba con orgullo bien merecido Maribel González, una de sus hijas, lo que demuestra que Los Realejos es uno de los municipios de la Isla de mayor longevidad entre sus residentes

La dedicación a la familia y al trabajo ha sido una constante en su vida, que destinó a cuidar de su prole y a ayudar a su marido en el duro trabajo del campo en la finca de su propiedad de la que se sustentaban. La jornada comenzaba temprano y concluía entrada la noche en la que no había un momento de respiro entre los hijos y las tierras, en una época en la que no existían los avances tecnológicos que ahora facilitan todas estas labores.
Sus hijos exhiben con orgullo el carácter luchador y sacrificado de su madre, que pese a la complicada y convulsa historia de España en el siglo XX, y las barreras propias de la distancia y la economía, logró, junto al esfuerzo de su marido, darles educación y estudios, incluso a uno de ellos universitarios.

A sus 102 años, Isabel Domínguez, posee una salud de hierro que le ha acompañado toda su vida. Asegura que le gusta comer bien y sano y entre sus preferencias están el pescado salado y las costillas con papas, aunque tampoco rechaza un buen potaje o un rancho, y le gusta de todo, incluido los yogures. Afirma que nunca ha sido hospitalizada ni ha pasado por quirófano, de hecho dio a luz de sus cinco hijos en su propia casa asistida por una partera.
Hace tan solo dos años que ha dejado de calar, una de sus grandes aficiones, y ahora le gusta ver la televisión, es ferviente seguidora de un programa concurso diario que no se pierde.

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